lunes, 11 de enero de 2010

Resumen "Todas las industrias son Culturales" Daniel Mato.

En el texto de Daniel Mato se plantea una interesante crítica con respecto a lo que consideramos “industrias culturales”. El autor nos explica de manera muy clara que éste término generalmente es empleado para referirse a un grupo limitado y específico de industrias como lo son la fotografía, el cine, la música y la televisión, lo que resulta para el autor excluyente puesto que existen otras industrias que muy bien pueden considerarse culturales, el autor justifica de manera muy acertada su crítica alegando que industrias como la del juguete, la de la ropa, la automovilística, entre otras, son igualmente generadoras de impactos culturales, ya que además de representar una función específica sobre sus consumidores, por otro lado, resultan socialmente significativas, es decir, la cosa va más allá de simplemente satisfacer una necesidad. Por lo tanto, Mato en su texto nos aclara que todas las industrias pueden ser estudiadas a partir de su influencia en una cultura determinada.

Para hacer más claro su planteamiento, el autor nos ejemplifica su argumento a través de la industria del juguete, la industria automovilística, la industria de la comida rápida, la industria de la cooperación. En la primera, se afinca en la muñeca más vendida mundialmente, la famosa Barbie, y es que ¿cómo negar la influencia cultural que ejerce ésta muñeca en sus consumidores? Sin duda la imagen de Barbie se ha convertido en un modelo a seguir para las niñas, ya que representa el estereotipo de lo considerado bello, y esto genera un impacto negativo en la sociedad puesto que muchas veces induce a la anorexia y/o a las cirugías plásticas a temprana edad. Algo parecido ocurre con la industria automovilística, vemos como un automóvil además de mejorar la calidad de vida de sus consumidores, también es utilizado para pertenecer a cierto grupo social y al mismo tiempo diferenciarse dentro de él. Y si nos vamos a la industria de la ropa es indudable que hoy en día la vestimenta representa desde distinción entre clases sociales, como también diversos estilos que utilizan la vestimenta para ser reconocidos: emos, punketos etc… sin olvidar que la ropa también es reflejo de la cultura (tradiciones, creencias) de un lugar determinado.

A través de sus ejemplos, el autor logra hacernos entender que todas las industrias están vulnerables a ser estudiadas como “culturales”, claro esto de manera particular, dependiendo de sus funciones.

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