miércoles, 13 de enero de 2010

Algunas cositas sobre la movida cultural

Estas son algunas cositas que tenía pendiente sobre la movida cultural, en este caso corresponde al mes de noviembre.

El 18 de noviembre tuve la oportunidad de apreciar obras hechas con material de desecho, los estudiantes del Colegio Universitario Monseñor de Talavera tomaron los espacios de la plaza Miranda para dar a conocer 50 de sus creaciones en el marco del evento “Urbanitas”.

Conversando con uno de los estudiantes, pude enterarme que uno de sus objetivos con esta toma de los espacios, es poder consolidar valores de seguridad y urbanismo en los caraqueños.

Aquí algunas imágenes de las obras:








Las siguientes son fotos de un performance que se presentó el 3 de diciembre en el CELARG, actividad que se mantiene durante todo el año todos los jueves a las 7:15 con entrada gratuita.

En la plaza altamira se proyectaron algunos documentales durante estos meses

Resumen texto de Walter Benjamin!

Unos de los puntos más relevantes que toca Walter Benjamim en La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, es el arrebato del “aura” o “unicidad” de una obra de arte, ya que, según el autor, a medida que los procesos técnicos para la reproducción han avanzado, permitiendo así una gran transformación en el ámbito artístico, también gracias a esa misma reproductibilidad se aleja a la obra de una tradición artística, de su valor, de su función inicial, de su aura, de su autenticidad.

También señala la existencia de obras de valor cultural, las cuales están menos propensas a la observación de grandes masas, esto ocurre en su mayoría con obras más cercanas a un carácter religioso, las otras son obras de valor exhibitivo las cuales son manejadas de una forma mucho más independiente gracias precisamente a su desapego con lo religioso, y se tienen un acceso más fácil a ellas.

Algo bastante atrevido que hace Benjamin Walter es establecer una comparación entre el cine y el teatro para tratar de explicar lo que ocurre entre el arte y las nuevas formas de reproducción que se han venido dando, pero lo atrevido no es la comparación entre estas dos formas artísticas, lo atrevido es que superpone a una sobre otra. Es completamente cierto que el cine y el teatro guardan grandes diferencias en lo respecta a los procedimientos de creación, de representación, de montaje, del trabajo de los actores etc. Pero sin duda, ambas ramas son innegablemente artísticas. Lo que apunta el autor al hacer esta comparación es que el teatro mantiene ese “aura” de la que tanto nos habla, evidentemente porque el teatro es acción al momento “el aquí y ahora”, mientras que el cine por diversas razones de creación se aleja en gran medida de ese “aura”, pero esto no lo hace menos que otro proceso artístico.

Quizás el autor tenga razón cuando nos dice que por esa gran reproductibilidad de las obras, estas carezcan de unicidad, pero debemos tener presente que estamos en pleno siglo XXI, que la sociedad avanza de una forma bastante impresionante y con ella la tecnología, el arte de una u otra forma va en movimiento con esos avances, va lanzando respuestas a esta modernidad que día a día se nos viene encima y la reproductibilidad es una consecuencia de ello.

lunes, 11 de enero de 2010

Resumen "Todas las industrias son Culturales" Daniel Mato.

En el texto de Daniel Mato se plantea una interesante crítica con respecto a lo que consideramos “industrias culturales”. El autor nos explica de manera muy clara que éste término generalmente es empleado para referirse a un grupo limitado y específico de industrias como lo son la fotografía, el cine, la música y la televisión, lo que resulta para el autor excluyente puesto que existen otras industrias que muy bien pueden considerarse culturales, el autor justifica de manera muy acertada su crítica alegando que industrias como la del juguete, la de la ropa, la automovilística, entre otras, son igualmente generadoras de impactos culturales, ya que además de representar una función específica sobre sus consumidores, por otro lado, resultan socialmente significativas, es decir, la cosa va más allá de simplemente satisfacer una necesidad. Por lo tanto, Mato en su texto nos aclara que todas las industrias pueden ser estudiadas a partir de su influencia en una cultura determinada.

Para hacer más claro su planteamiento, el autor nos ejemplifica su argumento a través de la industria del juguete, la industria automovilística, la industria de la comida rápida, la industria de la cooperación. En la primera, se afinca en la muñeca más vendida mundialmente, la famosa Barbie, y es que ¿cómo negar la influencia cultural que ejerce ésta muñeca en sus consumidores? Sin duda la imagen de Barbie se ha convertido en un modelo a seguir para las niñas, ya que representa el estereotipo de lo considerado bello, y esto genera un impacto negativo en la sociedad puesto que muchas veces induce a la anorexia y/o a las cirugías plásticas a temprana edad. Algo parecido ocurre con la industria automovilística, vemos como un automóvil además de mejorar la calidad de vida de sus consumidores, también es utilizado para pertenecer a cierto grupo social y al mismo tiempo diferenciarse dentro de él. Y si nos vamos a la industria de la ropa es indudable que hoy en día la vestimenta representa desde distinción entre clases sociales, como también diversos estilos que utilizan la vestimenta para ser reconocidos: emos, punketos etc… sin olvidar que la ropa también es reflejo de la cultura (tradiciones, creencias) de un lugar determinado.

A través de sus ejemplos, el autor logra hacernos entender que todas las industrias están vulnerables a ser estudiadas como “culturales”, claro esto de manera particular, dependiendo de sus funciones.